sábado, 16 de febrero de 2008

La sonrisa de Bayonne

En sus calles estrechas, de casitas casi iguales

En sus tejados salpicados de antenas y de palomas

No supo el sol posarse, durante esos cinco días.

Se dice que sin sol no podemos vivir

Pero mucho más difícil es hacerlo sin sonrisas

Sin ellas son oscuras todas las esquinas y calles del alma.

Y no faltaron las sonrisas, que fueron muchas.

Y no faltaron los besos ni las sábanas calientes, que no fueron pocos.

Pero que nunca son suficientes.

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