sábado, 16 de febrero de 2008

Un cafe en las ramblas

Afuera hace frío, llueve.
Las luces de la calle se encienden una a una iluminando los rostros.
Rostros sonrosados, rostros negros, rostros oliváceos, amarillos…
Veo gente que viene, gente que va; de alguna parte y a ningún lugar.
Ojos que miran el mismo paisaje de todos los días, ojos que miran lo nuevo.
También los míos lo hacen desde atrás del cristal del bar y de las frías gotas que se deslizan por su perfecta superficie…y trato de entenderlos, de saber que piensan.
Saber que siente la estatua viviente, ya no tan rígida y tiritando de frío al abrigo de un diminuto techo…mientras la pintura chorrea por su rostro.
Una pareja de orientales camina sonriente bajo la lluvia, asombrándose de una flor, de una farola, o de su propia dicha…y me pregunto que sienten…
Algunos ojos en su paso se encuentran con los míos y me miran sin verme, como yo a ellos…y me pregunto que sienten.

Miro al cachorrillo de pelo negro y alborotado que se acurruca en un rincón con su pelo mojado y su cuerpito tembloroso.
Sus ojillos vivaces y expresivos se encuentran con los míos y me pregunto que siente y me digo que quizás y sólo por un instante…los dos sentimos lo mismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Cardillo: Como me alegra comprobar que en la Madre Patria terminaste el primario!! Ahora resulta que nos saliste escritor. Al Ingeniero se le encanecerían las cejas al ller tus prosas.
Felicidades. Ahora en serio, me encantó.
Kisses kisses y ai larvius
Chola

Anónimo dijo...

Pablito:Me gusto mucho ya que me trasladaste hasta aquel momento, pero para mi elección un poco triste. Igualmente no quita lo lindo!
Un beso.
Josefina